Existen numerosas galerías de arte, entre las que destacan la Nader Art Gallery y la Galerie Marassa. En Pétionville, la Nader Art Gallery lleva desde 1958 promocionando el arte pictórico haitiano en todo el mundo, y sus piezas han sido expuestas en museos de todo el mundo, incluyendo la Galerie Nationale du Grand Palais en París, el Museo de Arte Moderno de Río de Janeiro, la Galería Bunkamura en Tokio, la Galería Oas en Washington y el Centro de Arte de Maracaibo en Venezuela, entre otros.
La galería ofrece una amplia selección de arte haitiano naif, primitivo y contemporáneo en una nueva sala de 450 metros cuadrados. Se celebran exposiciones cada mes, y el coleccionista puede disfrutar en ella de la mayor colección de arte haitiano en el mundo. También en Pétionville, Galerie Marassa ha exhibido sus obras en más de 50 museos alrededor del mundo.
Esta galería se ha especializado en la promoción de los jóvenes talentos del arte haitiano. Entre las figuras de la galería se encuentran Philippe Dodard, Gesner Armand, Tiga, Edouard Duval, Sacha Tébo, Levoy Exil y otros muchos. Sus colecciones incluyen pinturas, esculturas, artesanía y accesorios.
Música
Tras la pintura, la música es la segunda manifestación cultural de la isla (como en la República Dominicana), y también la que mayor repercusión ha tenido fuera de sus fronteras. Sobre los orígenes del merengue existen diversas teorías.
Se supone que es un ritmo mestizo, que tiene su origen en la fusión de las músicas africanas y el pasodoble español. Nació entre 1844 y 1850, y sus comienzos fueron difíciles, ya que se consideraba un ritmo vulgar al que se añadían letras malsonantes.
El merengue es un ritmo vibrante y rápido que invita a la danza de forma libre y al que es casi imposible no sucumbir. Los instrumentos más típicos del merengue son el acordeón, la güira y la tambora. La güira es una especie de rallador de latón en forma de cilindro hueco, que al frotarse con un rascador emite un sonido “”zumbador”” acompasado.
Tiene sus orígenes en el areito, una serie de melodías y canciones de los antiguos aborígenes de las Antillas. Por otro lado, la tambora debe su particular sonido a la piel de chivo con que se fabrica. El merengue se compone de tres partes: un breve paseo y dos movimientos de ocho figuras; la primera de ellas se realiza a través de una melodía pausada y lenta, mientras que en la segunda y tercera partes la música crece en ritmo, velocidad e intensidad.
Pero el merengue no es el único baile de la isla, sino tan sólo el más popular. Además de él existen muchos otros ritmos, como el de la salsa.