La situación que se vive en Haití después de un año del terrible terremoto es realmente dantesca, en especial cuando se habla de una cifra de más de 800.000 personas que viven en campamentos, aunque simplemente están sobreviviendo, porque además de no tener las condiciones de higiene elementales, son campamentos muy pequeños y por lo tanto no es precisamente la mejor situación para que todos los haitianos puedan vivir más o menos dignamente.

Después de un año de muy buenas palabras de gobernantes como los de Estados Unidos, la situación en Haití no ha mejorado, ya que no basta con enviar dinero durante los primeros meses, sino que la ayuda debe ser continuada para que Haití pueda construir las viviendas necesarias y así dejar de lado estos campamentos, para vivir en una casa digna. Son demasiadas personas las que viven en condiciones demasiado extremas y por lo tanto es una pena que los gobiernos no hagan las cosas más deprisa para que estos haitianos dejen de vivir en los campamentos, que es algo fundamental para que su calidad de vida pueda mejorar.

Ciertamente la situación de Haití no es precisamente muy buena y por lo tanto todavía hay mucho que hacer para que los haitianos puedan tener una mejor calidad de vida y todas las familias puedan vivir en una vivienda digna, ya que los campamentos no son ni mucho menos adecuados para que los niños pequeños puedan vivir, aunque tampoco es un lugar para ningún haitiano, ya que es un sitio inapropiado.

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