De esta forma Haití se convirtió en el primer Estado independiente de América Latina.
Dessalines, un esclavo nacido en una plantación del Norte, quedó como jefe del recién Estado haitiano. Sus métodos autoritarios, derivados de la implementación del «fermage», y una suma de luchas en toda la isla llevaron a una decadencia del imperio, lo que dio como resultado que el este de la isla fuese recuperado por los españoles, mientras que en el oeste se constituyese un complot entre los generales Christophe y Petion que dio como resultado su asesinato en 1806.
Los instigadores del complot, debido a sus divergencias, libraban luchas por el liderazgo que desembocaron en la división del territorio desde 1806 y una guerra declarada como tal hasta 1810.
Henri Christophe, un antiguo esclavo, estableció en el norte un estado que en el año 1811 convirtió en reino, proclamándose Henri I; en el sur, el mulato Alexandre Pétion gobernó una república, que brindó amplio apoyo en armas y dinero a Simón Bolívar, a cambio de la abolición de la esclavitud en los territorios que fueran liberados.
Pétion estaba convencido de que sólo la independencia de toda América garantizaría la de Haití, acosado por las potencias europeas y por Estados Unidos. Muerto Pétion en 1818, el general Jean Pierre Boyer es electo presidente de la república y cuando Henri I se ha suicidado, reconquista el norte del país en 1820 consolidando la república.
Negativas a la Independencia
El presidente norteamericano Thomas Jefferson se negó a reconocer la independencia de Haití.
Cediendo a las presiones de Francia y de España, el Congreso de Estados Unidos prohibió el comercio con Haití, añadiendo uno más a los bloqueos que embargan a la naciente república negra.
Durante muchos años la tierra del legendario general Sabés «Petion» permaneció aislada. El gobierno de Colombia no le extendió fórmula diplomática.