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La pequeña isla Tortuga, cerca de la costa norte de la isla fue base de operaciones de saqueo de las islas contíguas por los piratas asociados en la Hermandad Hermanos de la Costa que se dividían en filibusteros, que acechaban las presas y se lanzaban al abordaje; bucaneros normalmente franceses que se dedicaban a cazar reses alzadas, o a robarlas de las haciendas para secar los cueros y ahumar las carnes que vendían o cambiaban a los anteriores y habitantes que eran los menos peligrosos debido a que se dedicaban al cultivo del campo. Dirigidos por Levasseur, habían fortalecido la isla y se habían puesto bajo el protectorado de Luis XIII de Francia.

En 1652 saquearon San Juan de los Remedios en Cuba y las autoridades de Santo Domingo los expulsaron por más que la isla volviera en 1660 a poder de los franceses.

A partir de allí los franceses comenzaron a colonizar la zona occidental de la isla que había sido descuidada por los españoles. En 1697 el tratado de Ryswick formaliza la cesión esa zona a Francia. La parte francesa tomó el nombre de Saint-Domingue. La primer capital fue Cap-Français (actual Cap-Haïtien) puerto ubicado en el norte del país.

El auge del sistema de plantaciones

La isla prontamente se transformó en la principal colonia francesa y, posiblemente la más rica colonia del mundo, gracias a la proliferación de plantaciones de azúcar, café, y otros productos.

El sistema de plantaciones estuvo basado en el uso de gran cantidad de esclavos, que viviendo y trabajando en penosas condiciones morían rápidamente lo que obligaba a masivas importaciones de nuevos esclavos. La sociedad se organiza en diferentes grupos basados en la pureza racial y el poder económico.

Los grandes blancos

Este grupo estaba conformado por los funcionarios del gobierno francés y los dueños de las grandes plantaciones. Éstos eran la cúspide de la pirámide social de la colonia, también fueron conocidos como la burguesía colonial esclavista

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